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jueves, 9 de febrero de 2012

EL LUGAR DE LOS CRIMINALES.

(Enviado por Noticias Ser)


Ana María Vidal
“Lo conversamos cuando él (O. Humala) ya estaba elegido, en Palacio de Gobierno, y le dije: ‘Salgamos los dos y tomemos esta decisión. Para mí es difícil hacerlo al final del gobierno. Me parece un golpe bajo al nuevo gobierno, y para usted es difícil hacerlo comenzando. Si lo hacemos los dos y convencemos al país, lo haremos de acuerdo con la situación de salud del señor (Fujimori)”. Alan García Pérez sobre indulto a Alberto Fujimori en declaraciones a Univisión.
“Si bien es cierto es un informe bastante completo, también hay que ver que presentaba cuadros desgarradores y mucha teatralización, cosas que sobredimensionaron la cantidad de damnificados y el rol de las fuerzas armadas”. Primer Ministro Oscar Valdés Dancuart refiriéndose a las audiencias públicas y al trabajo de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
Las dos declaraciones son parte de la misma tara que adolece el Perú, el desprecio por la vida de gran parte de los hombres y mujeres del país.
García Pérez se niega a caer en el olvido y, para no perder todo el poder, coquetea al fujimorismo con la única bandera que tiene esta agrupación: la libertad de su líder. Valdés Dancuart, militar en retiro, expresa lo que siente por el trabajo de la Comisión de la Verdad que mostró al país que en el conflicto armado que vivimos, la violencia sexual contra hombres y mujeres se usó como arma de guerra.
Lo que ambos proponen es impunidad, el primero habla de un supuesto acoso político de 10 años, de que “ya pagó lo suficiente”. No menciona que Fujimori está preso por dirigir un aparato organizado de poder que fue parte de una estrategia de guerra sucia. Estrategia perversa que no buscaba terminar con los crímenes de Sendero Luminoso, sino que buscaba continuar sembrando el terror en la población, para que la dictadura pudiese hacer de las suyas y levantarse de paso medio país.
Fujimori está condenado a 25 años de cárcel, la más alta pena para los delitos de asesinato en esos años. Está condenado, no por persecución política, sino por asesinato y desaparición de estudiantes universitarios, por la muerte de personas que celebraban una reunión en su casa, por el asesinato de Javier Ríos, un niño de 8 años de edad. Y también está condenado por ladrón.
García al decir que él mismo estuvo perseguido, se comprara con un perpetrador de crímenes… por algo será.  Valdés Dancourt, al hablar despectivamente de los testimonios de las personas que sufrieron el conflicto, hace lo mismo que el ex presidente, asume la defensa de las personas que violaron (literalmente) a miles de mujeres y hombres. Según la Comisión de la Verdad, el 83% de violaciones sexuales fueron perpetradas por las Fuerzas Armadas. A la fecha hay 2 228 (1) personas registradas por el Estado peruano como víctimas de violación sexual.
¿Podrán las personas que defienden estos crímenes mirar a los ojos a sus hijas, hijos, sus madres y padres o esposas y decirles que la violación de cada una de estas personas estaba justificada, que “meterles” su pene, sus rifles o cualquier objeto en sus cuerpos servía para ganar una guerra?
Pero desde el poder no se habla de estos crímenes, simplemente porque para ellos no existen esas personas; y si existen, no valen lo que ellos sí valen. Por lo tanto los cuerpos, los sentimientos y el dolor de las víctimas, no vale tanto como para que se haga justicia.
Lo triste es que estos dos hombres representan el racismo y el desprecio de una parte de la sociedad peruana hacia la gran mayoría de peruanas y peruanos. Recuerdo el esfuerzo que costó la retransmisión de las audiencias públicas, frente a argumentos tan absurdos, incluso de parte del canal estatal tales como “no da rating”. Ya que no se quería difundir las audiencias, para no enseñar lo que había pasado en nuestro país y lo que miles de mujeres y hombres nos tenían que decir.
Mientras esto no cambie, mientras ocultemos estos testimonios y mientras todas las personas en el país no asuman que los crímenes se pagan y que el dolor no es teatralización estamos condenadas y condenados a repetir la historia.
Nota:
1) Según el Registro Único de Víctimas, el cual hasta diciembre del 2011 estaba adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros.
 

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