Les invitamos a participar en este blog dedicado a mantener la memoria histórica del terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA, al que se sumaron los crímenes cometidos por miembros de las fuerzas del Estado. También tenemos la Biblioteca Virtual de la Verdad y Reconciliación, cuyo contenido sigue creciendo. Al momento hemos registrado mas de 600 de libros, muchos de ellos digitalizados, así como cientos de fotografías, videos y cerca de 2,000 documentos y artículos periodísticos. http://www.verdadyreconciliacionperu.com/home.aspx


domingo, 8 de diciembre de 2013

LIBRO RECOMENDADO PARA EL MES DE DICIEMBRE 2013




Reparaciones con Perspectiva de Género
Autor: GUILLEROT, Julie
Editorial: Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), 2009, 123 páginas.
Resumen:
Partiendo de la constatación de que actualmente no existen investigaciones que de forma consistente aborden el tema del impacto diferenciado que las violaciones a los derechos humanos tienen sobre las mujeres y hombres, y la obligación estatal de reparar integralmente éstas tomando en consideración el sexo y/o género de la persona, se ha tomado la iniciativa de desarrollar un documento sobre la materia.

En virtud de lo anterior, el presente documento tiene como objetivos — a partir del Derecho Internacional de Derechos Humanos —clarificar el contenido de una reparación con perspectiva de género, desarrollar algunos criterios, así como recopilar lecciones aprendidas  y recomendaciones para lograr una reparación  que considere la perspectiva de género en casos de violaciones a derechos humanos. Se pretende que dichos criterios sean de utilidad, fundamentalmente, para el contexto mexicano.

Esta investigación parte de las nociones básicas de reparación y género (II), para enseguida abocarse a la práctica en materia de reparaciones con perspectiva de género mediante una mirada detallada tanto a la jurisprudencia regional e internacional,  como a los recientes programas administrativos de reparaciones (III), y finalmente señalar las lecciones aprendidas y proponer  recomendaciones (IV).

Si bien se trata de abarcar todos los tipos de violaciones a los derechos humanos sufridas por las mujeres, se dará un énfasis especial a la cuestión de la violencia sexual, dado que este fenómeno  ha afectado a las muje- res en forma desproporcionada en términos  tanto de frecuencia como de efectos.


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Para ver más libros entrar en Biblioteca del Genocidio en Ayacucho www.genocidioayacucho.com

viernes, 6 de diciembre de 2013

En honor a Nelson Mandela, fallecido ayer, copiamos este artículo de Herbert Morote. "Verdad y Reconciliación en Sudáfrica (Un ejemplo para el Perú)"


VERDAD Y RECONCILIACIÓN EN SUDÁFRICA
(UN EJEMPLO PARA EL PERÚ)

Herbert Morote
 © Fundación Herbert Morote

Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo.
 George Santayana

I
LA MEMORIA HISTÓRICA
Paseando por el lujoso centro comercial de Sandton en Johannesburgo, Cromwell, nuestro guía negro, nos contó que tenía 18 años cuando Mandela llegó a la presidencia en 1994 y suprimió el apartheid. Sin embargo, él sólo se atrevió a visitar este lugar varios años más tarde. “Los negros no nos atrevíamos a venir, éramos como esos animales que luego de recibir descargas de las  vallas eléctricas ya no intentan salir del campo que el dueño les ha asignado”, dijo.
Durante apartheid, una minoría de origen europeo que representaba el 11% de la población discriminó al resto de los habitantes prohibiéndoles pisar vastas regiones, como playas, ciudades, parques, que reservaron exclusivamente para ellos, salvo para los sirvientes negros que necesitaban un permiso especial de la policía.
Hasta la fecha no se ve mucha gente negra en Sandton porque para comprar en Gucci, Louis Vuitton o Cartier se necesita un ingreso que la mayor parte de los negros todavía no ha alcanzado, o quizá porque los tendidos eléctricos mentales no están totalmente retirados a pesar de que las autoridades negras que gobiernan el país han colocado una inmensa estatua de Mandela al centro de su gran plaza como para decir “vengan todos que la pesadilla del apartheid ha terminado”.
Luego de visitar Sandton y ver sus enormes mansiones en avenidas arboladas con gusto y mantenidas impecablemente como las de Palm Beach en Florida, Cromwell nos llevó a Soweto, un suburbio de la capital donde viven hacinados varios millones de negros que durante el apartheid fueron expulsados de Johannesburgo a fin de que los blancos “se sintiesen seguros” y de que tuviesen más espacio para expandir sus propiedades.   
Nos detuvimos en la entrada norte de Soweto. Dos anchas y enormes chimeneas dan la bienvenida. “Esta central eléctrica fue trasladada cuando nos expulsaron aquí. Antes estaba en el centro de Johannesburgo pero como contaminaba a los blancos la pusieron cerca de nosotros. Eso sí, no nos dieron electricidad”, dijo Cromwell con un esbozo de sonrisa a la vez triste y rabiosa que hacía innecesarios más comentarios.
A poco de entrar ya en Soweto el coche se detuvo y Cromwell nos presentó a un negro pobremente vestido que nos llevó a pie por los entresijos de su barriada sin duda una de las más pobres. Las calles por supuesto no están asfaltadas, no tienen electricidad, el agua potable sale de un grifo cada 100 metros. En los tiempos del apartheid los negros ni siquiera podían tener tiendas de alimentación ni comercio, todo estaba en manos de los blancos.  “Ahora tenemos permisos para lo que sea pero nos falta de todo, sobretodo trabajo”, se quejó sin amargura  nuestro eventual guía, “yo hace 6 años que no encuentro empleo”. Desgraciadamente, esta parte de Soweto no me es extraña, cada vez que voy a Lima visito barriadas que son igualmente miserables salvo en dos cosas: que las barriadas limeñas crecen más rápido que las sudafricanas y que nuestros habitantes no mantienen una cierta alegría que a pesar de su miseria percibí en los sudafricanos.
Luego de regresar al amparo de Cromwell visitamos algunas áreas menos pobres de Soweto donde había llegado la luz y el agua. Nos detuvimos en la iglesia Regina Mundi, cuya Virgen Morena (The Black Madonna) es muy venerada. Un diligente sacristán nos mostró las perforaciones de las balas dejadas en las paredes de la iglesia por las fuerzas del estado en unos de los asaltos que causaron numerosas víctimas. La paranoia de los blancos deseaba intimidar las reuniones que los negros solían tener bajo la protección de la iglesia católica. Durante las explicaciones del sacristán, un inglés, que con su familia se unió a nosotros, murmuraba y movía disgustado su cabeza hasta que en un momento con tono de indignación dijo que posiblemente dentro de la policía que había disparado habría también negros. Más adelante, al ver una galería de fotografías de las atrocidades cometidas, el inglés dejó de murmurar mientras su hijo de unos 10 años le enseñaba algunas dolorosas escenas y le preguntaba insistentemente, “¿porqué los mataron, papá?” Al ver que el padre no respondía, le dije al niño, “los mataron porque eran negros”. “¿Solo por eso?”, preguntó la criatura.  “Sí, solo por el color de su piel”, le dije. Incrédulo, el niño desvió su mirada en dirección a su padre como pidiendo confirmación.  A regañadientes y sin entusiasmo el padre lo confirmó, “es verdad, pero eran otros tiempos”.
Luego visitamos el colegio secundario donde en 1976 estalló el levantamiento de los estudiantes para protestar contra la orden del gobierno que prohibía enseñar en lenguas nativas y obligaba a que las clases se impartiesen en Afrikáans, idioma de origen holandés que todavía hablan los descendientes de los boers que colonizaron el país. La rebelión de Soweto tuvo una repercusión internacional tanto por la brutalidad con que fue reprimida, como porque a partir de esa fecha la población negra sufrió peores restricciones y mayor discriminación.
Lo que vimos las siguientes tres semanas que estuvimos en Sudáfrica fue un constante recordatorio del apartheid y de la esclavitud traída por los boers primero y luego por los ingleses. La casa de Mandela en Soweto es ahora un destino turístico. Un museo de sitio está a punto de inaugurarse cerca de esa casa. También han levantado un moderno museo que lleva el nombre del mártir Hector Pieterson, un negrito de 12 años que cayó junto a otros compañeros por las balas asesinas disparadas por la policía en su afán de reprimir una manifestación estudiantil evidentemente desarmada. Hector pasó a la historia gracias a la fotografía que un osado periodista divulgó por todo el mundo; en ella se ve al niño sangrando por la cabeza en brazos de un hombre joven que corre desesperado en busca de auxilio, una chica totalmente consternada los acompaña. En este museo se pueden apreciar videos de testimonios, fotografías de protestas, actos represivos de una temible fuerza pública que con tanques y vehículos blindados se ensaña persiguiendo a una población indefensa.
El museo Hector Pieterson es uno de los tantos que hay en Sudáfrica  para recordar la etapa criminal de los opresores. Por ejemplo, el enorme Museo del Apartheid en Johannesburgo tiene salas de documentación bibliográfica, videos, fotografías y películas que junto a las armas y vehículos blindados usados por la policía que dan al visitante una pálida idea, pero idea al fin, de la época en que los negros sudafricanos fueros discriminados en su propio país y las estrategias que usaron los blancos para mantenerlos en la ignorancia, como la imposibilidad de acceder a la educación superior, o la prohibición a desplazarse de un lugar a otro sin permiso. También hay cárceles antiguas convertidas en museos donde uno puede ver las condiciones inhumanas donde retenían y torturaban a los presos o a los esclavos. La lista de prestigiosos reos la encabezan Ghandi y Mandela y otras figuras emblemáticas de la historia moderna de Sudáfrica. En estos museos se pueden ver las vestimentas que tenían, los cubiertos que usaban, los menús que comían, las cadenas y elementos de tortura. Junto a estos museos no hay ciudad que no tenga avenidas, plazas, monumentos, cuyos nombres mantienen viva la memoria histórica de la infame opresión.

II
NO HAY FUTURO SIN PERDÓN
La pregunta que uno se hace visitando este enorme país que tiene modernas carreteras perfectamente señalizadas, cuya actividad industrial es de primer orden, que exporta automóviles, aviones, maquinaria industrial, cuyas universidades son comparables a muchas de Europa, cuyos parques nacionales están mejores cuidados que los de EEUU, en fin, que tiene muy poco de tercer mundo y mucho del primero, es: ¿Cómo pueden haber logrado esta armonía racial sin actos de venganza ni desmanes públicos? ¿Cómo fue posible retener a gran parte de esa minoría blanca propietaria de poderosas empresas y poseedora de una exquisita educación profesional y científica?
Es verdad que al comienzo de la “era Mandela” miles de blancos huyeron temerosos de ser castigados por sus crímenes. Otros emigraron porque perdieron sus abusivos privilegios. Algunos se fueron porque no soportaban tener a un negro viviendo al lado de su casa. Muchos hicieron sus maletas en busca de paz y mejores oportunidades. Sí, la emigración de blancos principalmente a Australia y Canadá fue muy grande, pero no lo suficiente como para que el país quedase paralizado. Es más, los blancos han comenzado a regresar al ver que sus pesimistas pronósticos no se cumplieron, y también porque aman a Sudáfrica, sienten que es su patria,  el país donde nacieron, se criaron y donde viven sus amigos y parientes.
La respuesta a esta, llamemos, concordia, no es difícil de encontrar. Se nota por todas partes. Los negros han tomado el control del país sin emplear ninguna acción injusta, la vendetta racial que muchos blancos temían nunca ocurrió. Las instituciones del Estado como el Poder Judicial, la policía, el ejército, funcionan para garantizar el progreso de todos. Blancos y negros tienen ahora los mismos derechos y obligaciones.  
Sin lugar a dudas esta reconciliación nacional se debe a la labor de liderazgo ejercida por dos gigantes de la historia contemporánea, Nelson Mandela y Desmomd Tutu, ambos laureados en diferentes años con el Premio Nóbel de la Paz  como reconocimiento a su lucha contra el apartheid y en favor de los derechos humanos. Una de las primeras cosas que hizo Mandela al ser elegido el primer presidente sudafricano negro, luego de haber estado preso durante 28 años, fue crear una Comisión de la Verdad y Reconciliación cuya dirección encomendó al obispo anglicano Desmond Tutu. El trabajo de la CVR se dividió en tres partes: Comité sobre las Violaciones de los Derechos Humanos, Comité de Reparaciones y Rehabilitación, y  Comité de Amnistía. A pesar del necesario formalismo estos comités no actuaron como un tribunal de justicia, sino que durante sus investigaciones y audiencias públicas transmitidas por la televisión y seguidas con interés por los sudafricanos, mantuvo en todo momento un talante reconciliador usando con tacto y sabiduría el poder que se les otorgó para amnistiar a los sujetos que cometieron injusticias y crímenes.
Todo el país vio y sintió el proceso de sacar a la luz las injusticias cometidas durante tanto tiempo. Como explica muy bien el obispo Tutu en su libro No hay futuro sin perdón, luego de muchas horas de debate y negociación con los representantes blancos que controlaban la economía, las fuerzas armadas, y el Poder Judicial, se decidió que la CVR no actuase como un tribunal de justicia tipo Nuremberg porque eso causaría un resentimiento terrible entre los familiares y amigos de los acusados. Argüían que el juicio de Nuremberg solo fue posible llevarlo a cabo porque el tribunal estaba formado por extranjeros que no se quedarían a vivir en el país.
Por otro lado el nuevo gobierno no permitió que se aprobase una amnistía general, al igual a lo sucedido en varios países de América Latina para sujetos que todavía no habían sido llevados a tribunales. No, no se quiso amnistiar a los que no habían declarado sus crímenes porque por encima de todo se buscaba saber la verdad de los hechos. La reconciliación vendría después. Sabia decisión: no puede haber reconciliación ni amnistía si los responsables no declaran la verdad de lo acontecido.
El resultado de la CVR fue que 849 personas fueron amnistiadas luego que confesaran sus crímenes. Lo curioso fue que no se les exigía que se arrepintiesen para amnistiarlos, sólo que digan la verdad, eso era suficiente porque para la reconciliarse no se buscaba ni la humillación ni la venganza, solo la verdad.
El caso del cruel ex presidente  P. W. Botha causó gran polémica ya que el temible “viejo cocodrilo” se negó a presentarse a la CVR diciendo que era “un circo”. Sin embargo, la comisión se apiadó de él y dejó en suspenso su sentencia debido a la apoplejía que padecía y a su avanzada edad, había nacido en 1916.
Hubo un factor característico de los sudafricanos que hizo posible esta reconciliación y es lo que ellos llaman ubunto. El obispo Tutu lo explica así*:
“ (…) ubunto es difícil de entender en idiomas occidentales. La palabra significa la verdadera esencia del ser humano. Cuando uno quiere elogiar a alguien decimos Yu, u nobuntu. Oye, ese tiene ubunto, eso quiere decir que es hospitalario, amigable, cariñoso, compasivo. Uno comparte lo que tiene. Es como decir: “Mi humanidad está cogida y unida de forma inextricable a la tuya”. Nosotros decimos: “una persona es una persona gracias a otras personas”. Nosotros no decimos: “pienso luego existo”, sino: “yo existo porque pertenezco, porque comparto, porque participo”. Una persona con ubunto  es abierta y disponible a otros. Está  segura porque no se siente amenazada por otros que tengan más talento o cualidades, ya que al estar seguro de sí mismo sabe que pertenece a algo grande que sólo puede disminuir cuando son humillados o disminuidos cuando son torturados u oprimidos, o tratados como si fueran menos de lo que son.

Fuertes reparaciones económicas fueron acordadas a las víctimas a pesar de las difíciles condiciones económicas por las que atravesaba el país. Obviamente fue imposible  resarcir todas las pérdidas materiales y sobretodo morales que sufrió la población negra. Sin embargo, lo que más importaba a las víctimas no era que les pagasen sino que reconociesen los crímenes, abusos y humillaciones cometidos contra ellos. 
Los mensajes que la población ha recibido de la venerada, respetada y asentida CVR de Sudáfrica son básicamente tres:
1-                “La verdad es el camino a la reconciliación”.
2-                 Se perdona pero no se olvida”.
3-                “No hay futuro sin perdón”
Claro que para reconciliarse y perdonar, el ofensor primero tiene que decir la verdad, y eso se logró en Sudáfrica.  
III
EL CASO OPUESTO DEL PERÚ
Es imposible no comparar lo sucedido en Sudáfrica con la situación del Perú.  Nuestra CVR ha sido hipócritamente vilipendiada, insidiosamente desacreditada e insultada, y hasta sus miembros vejados físicamente. Esta repugnante campaña para que sus recomendaciones caigan en saco roto ha sido fomentada desde los partidos políticos que estuvieron en el gobierno durante aquellos lamentables años y por instituciones que permitieron o encubrieron el genocidio de 70,000 peruanos, entre ellas destaca la jerarquía de la Iglesia Católica, encabezada por el tristemente célebre cardenal Juan Luis Cipriani, que se mofa de los Derechos Humanos, y que es la cara opuesta en todo sentido al obispo anglicano Desmond Tutu. Hay también muchos ingenuos o ignorantes que creen que atacando a la CVR defienden el honor de las Fuerzas Armadas y policiales, sin darse cuenta de que la mejor manera de defender una institución es con la verdad porque ese es el único camino hacia la reconciliación, como dice el obispo Tutu.
Por otro lado nuestros medios de comunicación, posiblemente interpretando la desidia y frivolidad de la sociedad, no han dado suficiente cobertura al sufrimiento de las víctimas del genocidio ayacuchano, a la tragedia de sus huérfanos, al dolor de sus padres, viudas, hermanos. Tampoco se han hecho eco al pavor con que viven las 40 mil mujeres violadas, al trauma físico y psíquico dejado en tantas personas torturadas durante los 20 años de terror senderista y estatal. Y no se hable de los cientos de miles, quizá hasta un millón de Ayacuchanos, que dejaron sus tierras y huyeron de la violencia para vivir miserablemente en las barriadas de Huancayo o Lima donde se estrellan y sucumben los valores y la cultura andina que a mucha honra tenían.
La tragedia del pueblo ayacuchano no ha calado en la mente de los peruanos. No hay museos que mantengan la memoria de lo ocurrido. Ni aniversarios oficiales, ni plazas ni monumentos, ni calles o avenidas, y las pocas placas que se han puesto no han sobrevivido los ataques de gente pagada quién sabe por quién. Hasta el intento que se hizo en Lima de poner en un lugar semioculto del Campo de Marte un humilde pedazo de  piedra titulado -El ojo que llora- en recuerdo de las víctimas, ha sido repetidamente violado con pintura roja  y huevos podridos.
Eso sí, sabemos mucho más sobre las víctimas civiles de Irán, Afganistán, la guerra de Bosnia o el genocidio de Ruanda que sobre el dolor de nuestros compatriotas. Nos inundan a cada momento con lo que sucede en Israel y Palestina, y no nos dicen nada sobre la terrible situación en que se encuentran los familiares de tantos conciudadanos muertos y desaparecidos que viven a solo media hora de vuelo de Lima.
Los  medios informativos nos mantuvieron más enterados de lo sucedido durante el proceso legal contra Pinochet por la muerte de 3,000 chilenos, o de las actividades reivindicativas de las Madres de Mayo, que luchan por esclarecer las muertes de 20,000 argentinos, que de lo ocurrido con 70,000 peruanos muertos o desaparecidos. No es que no debiéramos estar informados sobre las tragedias similares que ocurren en otros países. No, al contrario, esos crímenes deberían habernos hecho más sensibles a nuestra tragedia, sin embargo ha sido al revés, nos hemos contentado con ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el nuestro.
El intento de la CVR por revelar lo sucedido y proponer planes para la reconciliación nacional ha fracasado, no ha llegado al público ni ha presionado a las autoridades. Con sibilina actitud la mayor parte de los medios de comunicación ha dado más cobertura a las injustas críticas lanzadas contra el informe final de la CVR que al informe mismo. Ni uno solo ha ofrecido sus páginas de forma relevante y persistente a los prestigiosos miembros de la CVR a pesar de que en ella participaron miembros de la Iglesia, de las Fuerzas Armadas, juristas, sociólogos, catedráticos. Su presidente, el filósofo Salomón Lerner Febres, posee una estatura moral e intelectual incontestable, fue Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y su imparcialidad política está fuera de toda sospecha.
Si es verdad que la gran mayoría de líderes de Sendero Luminoso están tras las rejas, lejos estamos de haber conseguido llevar a los tribunales a los responsables de los crímenes cometidos por las fuerzas del Estado. Sin este necesario ajuste de cuentas no puede haber reconciliación  porque para ello no solo hay que saber la verdad, sino que hay que arrepentirse por los crímenes cometidos, y en nuestro país nadie se arrepiente de nada, ni los que están cumpliendo condena en la cárcel ni los que todavía gozan de una inmerecida libertad. ¿Alguien ha escuchado alguna vez a Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, pedir perdón por los horrorosos crímenes cometidos? ¿Acaso sus secuaces terroristas han mostrado arrepentimiento? ¿Alguna vez se ha escuchado al cardenal Cipriani pedir perdón por ser cómplice del silencio mientras fue obispo de Ayacucho? ¿Hemos escuchado alguna vez algún miembro de la Fuerzas Armadas o de la Policía arrepentirse por la criminal represión que hicieron al aterrorizar a los ya aterrorizados pobladores por causa de Sendero Luminoso? ¿Se arrepintió alguna vez Belaúnde por su indolencia al controlar a las Fuerzas Armadas? ¿Ha pedido perdón Alan García por el encubrimiento y complicidad en los asesinatos masivos en cárceles o en las múltiples ejecuciones de inocentes campesinos? ¿Alguien ha visto algún gesto de arrepentimiento en la cara arrogante de Fujimori por los miles de ayacuchanos y limeños asesinados por miembros de su gobierno? ¿Es posible que los jueces y fiscales hayan cerrado sus ojos ante tanto crimen y hasta ahora no hayan abierto la boca? ¿Se ha escuchado alguna vez a algún ministro de Defensa o del Interior o algún jefe del Ejército o de la Policía pedir perdón por los crímenes de sus subordinados? ¿Se ha llevado acabo alguna investigación seria para castigar a los que deshonraron el uniforme llevado con tanto honor por nuestros héroes militares?
Nadie ha pedido perdón por los muertos. Nadie se siente responsable por los miles de huérfanos abandonados a su miserable suerte. Nadie paga su condena por las mujeres violadas, ni por otros tantos miles de peruanos y peruanas torturados cuya pesadilla no puede ser borrada de su mente. Todos se desentienden por el millón de ayacuchanos desplazados de sus tierras.
No, aquí en el Perú nadie se arrepiente ni pide perdón de nada. Creen que los Derechos Humanos son una cojudez, como proclamó Cipriani.  O creen que cerrando los ojos y dando la espalda a las víctimas éstas curarán sus heridas. Después de tantos años las miserables reparaciones dadas hasta la fecha a las víctimas son tan escasas que en vez de ayudar insultan.
Pues para esa gran mayoría de peruanos que viven a espaldas de las víctimas del terrorismo y para las autoridades que no hacen nada les tengo malas noticias. Los ayacuchanos, como cualquier pueblo que ha sido humillado, no olvidan ni perdonan el atropello. Piense en algún familiar suyo que haya muerto  en las circunstancias que sean, ¿ha podido usted olvidarlo? ¿Verdad que no? Pues igual o más es el dolor de miles de ayacuchanos que han visto desaparecer sus seres queridos a causa de los senderistas o de las fuerzas del Estado. El dolor de perder un familiar  o de haber sido uno víctima de tortura, no pasa página, se queda, y en vez de desaparecer crece con el tiempo de generación en generación. La memoria histórica del genocidio ocurrido en el Perú no se borrará. Al dolor imperecedero de las víctimas se han unido solidariamente varios intelectuales, ONG, cineastas, escritores,  asociaciones civiles y personas sensibles que mantienen y mantendrán encendida la llama de la reivindicación hasta conseguir que los responsables asuman su culpas y pidan perdón, y los criminales, todos, sean juzgados, no importa si son militares, civiles o eclesiásticos. Solo entonces  habrá reconciliación en el Perú, mientras tanto seguiremos divididos arriesgando que el genocidio se vuelva a repetir, o que políticos aventureros aprovechen el dolor ajeno para intentar encaramarse en el gobierno causando más odio y rencor.

HM. 25 de marzo de 2009



* No future without forgiveness” Desmond Tuto. Editorial Doubleday

miércoles, 4 de diciembre de 2013

SUCEDIÓ EN DICIEMBRE HACE 30 AÑOS Y HACE 20 AÑOS.


RECORDAR PARA QUE NO SE REPITA
(Fuente: informe de la CVR)
SUCEDIÓ ESTE MES HACE 30 AÑOS
DICIEMBRE 1983
  • La DIRCOTE capturó a Antonio Díaz Martínez, dirigente del PCP-SL. El ministro del Interior señaló que, con la captura de Antonio Díaz se lograba, por primera vez, capturar a una figura prominente del PCP-SL. Racalcó, además, que era el número tres en la jerarquía de dicha agrupación
SUCEDIÓ ESTE MES HACE 20 AÑOS
DICIEMBRE 1993
  • 16  de  diciembre, militares  que  no se identificaron detuvieron el ómnibus en el que viajaba el estudiante de economía de la universidad del callao Keneth Anzualdo Castro. Hasta la actualidad continúa detenido.

martes, 3 de diciembre de 2013

LA FOTO DEL MES DE DICIEMBRE. LOS ASHÁNINKAS


RECORDAR PARA QUE NO SE REPITA.
LA FOTO DEL MES
YUYANAPAC.
Banco de imágenes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación


Titulo  :    JÓVENES ASHANINKAS ENTRENADOS POR EL EJÉRCITO, Cutivireni, Junín, 1991
Autor   :  Alejandro Balaguer
Jóvenes ashaninkas son preparados por miembros del Ejército para formar parte de los Comités de Autodefensa que luchaban contra las fuerzas senderistas. 

EXPLICACIÓN DE LUCANAMARCA. EL VIDEO DEL MES DE DICIEMBRE.


(Sobre la imagen pulsar Ctrl + clic para ver el video) 
El 3 de abril de 1983 Sendero Luminoso asesino a 69 campesinos en Lucanamarca. Se estrenará un documental al respecto. Explicación del por qué Abimael Guzmán decidió esa masacre
Link

Para ver más videos sobre el tema entrar en nuestra Biblioteca Virtual del Genocidio en Ayacucho www.genocidioayacucho.com


jueves, 21 de noviembre de 2013

NOTICIAS SOBRE EL INTENTO DE LAS FFAA PARA DESTRUIR EL SANTUARIO DE LA HOYADA,

Esta información nos las ha enviado Anfasep

"Una comisión integrada por el Movimiento de Derechos Humanos, Anfasep y Coravip esta viajando a Lima a fin de reunirse con el vice ministro de Justicia y exigirle el trámite del decreto supremo que declara La Hoyada como santuario. La reunión será el día jueves 21 a horas 10 de la mañana en el despacho del vice ministro de Justicia y DD.HH.
Al retorno de esta reunión se está programando acciones a seguir en favor de La Hoyada y por el día internacional de los derechos humanos que es el 10 de diciembre."
 

domingo, 17 de noviembre de 2013

LAS FUERZAS ARMADAS QUIEREN DESTRUIR "LA HOYADA"

A continuación mostramos el oficio de la Defensoría del Pueblo protestando por el intento de las FFAA para ocupar el santuario de La Hoyada, terreno adjunto al cuartel Los Cabitos en Ayacucho, donde se han exhumado hasta ahora más de 100 cadáveres de personas asesinadas.
ESTO INDIGNA. SALGAMOS A LA CALLE A PROTESTAR YA QUE NI LOS CONGRESISTAS NI LOS GOBIERNOS LOCALES VAN A DEFENDER LA MEMORIA DE LAS VÍCTIMAS


NOVEDADES EN LA BIBLIOTECA VIRTUAL DEL GENOCICIO EN AYACUCH0 (BVGA)

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Estimados amigos:
A partir de ahora, los mantendremos informados periódicamente de las nuevas incorporaciones a los fondos de nuestra BVGA.
En esta oportunidad queremos anunciarles que hemos agregado las siguientes tesis universitarias de estudiantes de la PUCP aprobadas entre los años 2011 y 2013.  Felicitamos a los graduados y profesores de la Pontificia Universidad Católica del Perú por haber dedicado su tiempo y esfuerzos a esta noble causa.

Estas tesis se pueden consultar gratuitamente entrando en la BVGA, sección libros. www.genocidioayacucho.com . Si tiene dificultad o desea asesoramiento para ver estas tesis, o desea hacernos algún comentario por favor  escribir a info@genocidioayacucho.com que estaremos encantados de ayudarle.

BVGA

viernes, 8 de noviembre de 2013

EL VIDEO DEL MES: DECLARACIONES DE UN EXAGENTE DEL GRUPO COLINA

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(Sobre la imagen pulsar Ctrl + clic para ver el video) 


Desde la clandestinidad, un ex-agente del Grupo Colina: Jesús Sosa Saavedra (Kerosene). Programa: Día D Edición: 25/11/2007 Reportaje: Sin Remordimiento (Mabel Huertas) ATV (Perú)
 Link
 Parte 1
Parte 2

Para ver más videos sobre el tema entrar en nuestra Biblioteca Virtual del Genocidio en Ayacucho www.genocidioayacucho.com


jueves, 7 de noviembre de 2013

LA FOTO DE NOVIEMBRE. MARTÍN RIVAS SE ESCAPA. RECORDAR PARA QUE NO SE REPITA


YUYANAPAC.
Banco de imágenes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación


Titulo  :           HUIDA DE MARTÍN RIVAS, Lima, 1998
Autor  :           José Abanto. Diario La República.
Martin Rivas, sindicado como el jefe del “Grupo Colina”, escapa del asedio de la prensa por una ventana del Congreso. Rivas había acudido a rendir declaración ante la Comisión de Derechos Humanos, presidida por el parlamentario oficialista Anselmo Revilla, que investigaba el asesinato del secretario general de la CGTP Pedro Huilca. La escalera le fue proporcionada por personal de seguridad del mismo Congreso. 

martes, 5 de noviembre de 2013

EL LIBRO DEL MES DE NOVIEMBRE: A NUESTRA COMUNIDAD UNA MAÑANA ENTRARON...



A NUESTRA COMUNIDAD, UNA MAÑANA ENTRARON…
Historias de violencia política en comunidades del Perú
 Autor: Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ)
 Editorial: Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ), 2011, 80 páginas.



Resumen: Las historias que se presentan a continuación nos hablan de la fuerza de la memoria y de la importancia que la memoria de las comunidades tiene para un proceso de justicia transicional. Ellos nos desafían a entender que la justicia transicional no es sólo algo referido a las instituciones estatales, a los procesos que ocurren en las capitales, o a los grandes procesos judiciales de casos emblemáticos. Es también un deber de justicia, reconocer lo sucedido en el corazón de los conflictos: en las comunidades rurales de la Sierra y de la Amazonía del Perú, así como de las comunidades rurales en los valles de Nepal o en las comunidades del este de Timor Oriental.

Ellas nos obligan a mirar estos procesos no sólo desde la perspectiva de las elites, sino de aquellos que más las sufrieron. Nos obligan también a mirar la recuperación de la democracia y el restablecimiento de la paz no sólo en relación a un determinado periodo de violencia y opresión, sino también a cuestionar las condiciones de marginalidad histórica a la que estas comuni- dades estuvieron sometidas antes del conflicto, y a desafiar las nuevas democracias en su capacidad de escuchar a las personas. Nos invitan, en fin, a mirar estos procesos desde la perspectiva de aquellos que sufrieron la violencia en mayor magnitud, y a tener presente la importancia de la participación de las comunidades en los procesos de verdad, justicia y reparación.

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Para ver más libros entrar en Biblioteca del Genocidio en Ayacucho www.genocidioayacucho.com

EL LIBRO DEL MES DE NOVIEMBRE: A NUESTRA COMUNIDAD UNA MAÑANA ENTRARON...



A NUESTRA COMUNIDAD, UNA MAÑANA ENTRARON…
Historias de violencia política en comunidades del Perú
 Autor: Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ)
 Editorial: Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ), 2011, 80 páginas.



Resumen: Las historias que se presentan a continuación nos hablan de la fuerza de la memoria y de la importancia que la memoria de las comunidades tiene para un proceso de justicia transicional. Ellos nos desafían a entender que la justicia transicional no es sólo algo referido a las instituciones estatales, a los procesos que ocurren en las capitales, o a los grandes procesos judiciales de casos emblemáticos. Es también un deber de justicia, reconocer lo sucedido en el corazón de los conflictos: en las comunidades rurales de la Sierra y de la Amazonía del Perú, así como de las comunidades rurales en los valles de Nepal o en las comunidades del este de Timor Oriental.

Ellas nos obligan a mirar estos procesos no sólo desde la perspectiva de las elites, sino de aquellos que más las sufrieron. Nos obligan también a mirar la recuperación de la democracia y el restablecimiento de la paz no sólo en relación a un determinado periodo de violencia y opresión, sino también a cuestionar las condiciones de marginalidad histórica a la que estas comuni- dades estuvieron sometidas antes del conflicto, y a desafiar las nuevas democracias en su capacidad de escuchar a las personas. Nos invitan, en fin, a mirar estos procesos desde la perspectiva de aquellos que sufrieron la violencia en mayor magnitud, y a tener presente la importancia de la participación de las comunidades en los procesos de verdad, justicia y reparación.

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SUCEDIÓ ESTE MES HACE 30 AÑOS, Y HACE 20 AÑOS. RECORDAR PARA QUE NO SE REPITA


(Fuente: informe de la CVR)

SUCEDIÓ ESTE MES HACE 27 AÑOS
NOVIEMBRE 1983 
  •  Víctor Arias Vicuña, alcalde provincial de Pasco perteneciente a AP murió asesinado.
  • Un comando del MRTA colocó una bomba en una casa del distrito limeño de San Borja, donde se alojaban marinos norteamericanos.

SUCEDIÓ ESTE MES HACE 17 AÑOS
NOVIEMBRE 1993
  • Se dividió Sendero Luminoso. Abimael Guzmán planteó el acuerdo de paz, pero el camarada Feliciano decidió seguir desarrollando la lucha armada. 
  • El MRTA atentó con explosivos  la casa de la familia Hiraoka y detonan  un coche bomba frente a la tienda Hiraoka en la avenida Petit Thouars (distrito limeño de Lince).

jueves, 17 de octubre de 2013

LA TRAGEDIA DE PARCCO- POMATAMBO


                                                  
 
NOTA  DE  PRENSA
 PARCCO - POMATAMBO, UNA TRAGEDIA PARA NO OLVIDAR
En conmemoración a los 12 pobladores, entre ellos 02 ancianos y 02 niños, pertenecientes a las comunidades de Parcco y Pomatambo de la provincia de Vilcashuamán, acontecidos  el 23 de octubre de 1986.
En el marco del Programa de Reparaciones Simbólicas de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Multisectorial de Alto Nivel encargada del seguimiento de las acciones y políticas del Estado en los ámbitos de la Paz, la Reparación Colectiva y la Reconciliación Nacional – CMAN, organismo adscrito al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; la oficina de Coordinación Regional de Ayacucho, a cargo de la Mg. Doris Castillo Gamboa, llevará a cabo el lunes 21 de octubre de 2013, a las 11:00 a.m.; en el Centro Cultural de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga la entrega simbólica de 08 restos de las víctimas del caso Parcco – Pomatambo. A ellos se sumarán los restos óseos restituidos el 18 de octubre en la ciudad de Lima. Con ello, se conmemorarán los restos pertenecientes a: Eusebio  Najarro Alarcón, Teodoro Castillo García, José Fernández Bellido, Manuel Ramón Zea, Timoteo Bautista  Bellido, Jacinto Gutiérrez Gómez, Antonio Najarro  Soto, Donato Ramírez Rivera, Hilda Buitrón Gutiérrez, Reynaldo Ramírez Buitrón, Mario Ramírez Castillo y Eugenia Ramírez Castillo.
La labor de acompañamiento de la SE-CMAN en restituciones de restos óseos de víctimas del proceso de violencia de 1980 al 2000, conlleva a realizar coordinaciones con los familiares, instituciones del Estado y de la sociedad civil para que  las restituciones sean el evento final del proceso de búsqueda en el que se conjuga la conmemoración ritual y religiosa y el inicio del cierre del proceso de duelo ante la búsqueda y ausencia por desaparición y/o muerte.

Después de la entrega simbólica de los restos óseos, se realizará el velatorio hasta las 4:00pm, para luego oficiar la misa en memoria a las víctimas en la catedral de Huamanga, a las 6:30pm. Al día siguiente, el cortejo fúnebre partirá hacia la provincia de Vilcashuamán, donde en una ceremonia pública serán recibidos por el alcalde y diversas autoridades,  para finalmente proseguir con el traslado hacia las comunidades de origen de las víctimas para el  entierro correspondiente.
Hechos:
“Según el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación – CVR,  efectivos militares ingresaron el 22 de octubre durante la noche a la comunidad de Pomatambo, deteniendo a 07 pobladores, los cuales fueron conducidos al local comunal de  la localidad de Parcco Alto. Luego, otro grupo de militares, irrumpió en las viviendas de los ciudadanos Reynaldo Ramírez Buitrón (55 años), Presidente del Consejo de Administración de Parcco Alto y Donato Ramírez Rivera (84 años), en el entendido de que allí iban a encontrar a miembros del PCP-SL. Sin embargo, solo hallaron a Reynaldo Ramírez Buitrón, de 55 años, Donato Ramírez Rivera, de 84 años, Hilda Buitrón Gutiérrez, de 84 años, Eugenia Ramírez Castillo, de 12 años, y Mario Ramírez Castillo de 8 años de edad; todos a quienes victimaron sin mediar explicaciones.”[1]
La Secretaría Ejecutiva de la Comisión Multisectorial de Alto Nivel considera importante generar espacios que permitan reconstruir la memoria colectiva en relación al proceso de la violencia politica permitiendo honrar la memoria de las víctimas y sus comunidades.
Es por ello que expresamos nuestras condolencias por los sucesos acontecidos, esperando que hechos como éstos nunca más vuelvan a repetirse, para que peruanos y peruanas sigamos construyendo ciudadanía con memoria, justicia, paz y reconciliación.

CON EL RUEGO DE SU DIFUSIÓN
Ayacucho, 17 de octubre de 2013.
Comisión Multisectorial de Alto Nivel- CMAN
Jr. Callao No. 222
Telf.( 066) 312713



[1] Las ejecuciones extrajudiciales de Parcco y Pomatambo. Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional, Tomo VII, pág. 247-254.

jueves, 10 de octubre de 2013

EL LIBRO DEL MES DE OCTUBRE: VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN


El libro del mes de octubre

Verdad, justicia y reparación. Desafíos para la democracia y la convivencia social.
Autor: Varios
Editorial: IIDH – IDEA.  2005. 234  páginas

Resumen: Este libro nos permite entender mejor la situación en varios países de la región latinoamericana. Si bien hay contextos diferentes, vemos un importante tema en común: todos hemos luchado por el reconocimiento de la verdad y la sanción a los responsables de las violaciones a los derechos humanos; también hemos buscado medidas de reparación moral, social, política y económica para las víctimas.

Esta publicación de IDEA e IIDH busca profundizar el análisis del pasado en el ámbito de los derechos humanos para mirar más allá del trascendental papel de las comisiones de la verdad, justicia y reconciliación, e incluir la dimensión del futuro de la democracia.
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