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Chungui: violencia
y trazos de memoria es el resultado de largos años de investigación de Edilberto
Jiménez Quispe. Natural de Alcamenca, provincia de Fajardo, en Ayacucho,
Jiménez se formó como antropólogo social en la Universidad Nacional de San
Cristóbal de Huamanga. Proviene de una reconocida familia de artistas
ayacuchanos, es hijo del maestro retablista Florentino Jiménez Toma, quien
lamentablemente dejara de existir en abril pasado. Edilberto dedica este libro
a su padre, como un homenaje póstumo al hombre que guio sus pasos en la vida y
en el arte. Jiménez es también uno de los maestros de la retablería ayacuchana
quien, dejando el tradicionalismo de lado, convirtió su arte en una forma
poderosa de denuncia y protesta de las atrocidades cometidas durante la
violencia en Ayacucho. Sus trabajos han merecido varios premios nacionales y ha
participado en numerosas exposiciones de arte a nivel nacional e internacional.
Sus dibujos sobre Chungui han sido reconocidos en exposiciones internacionales
como las realizadas en Nuremberg (2004) y Tokio (2005).
Chungui es un distrito de la provincia
de La Mar, Ayacucho, cuya parte sur es más conocida como “Oreja de Perro”. En
1981, Sendero Luminoso incursionó en esta región y dio inicio a uno de los
episodios más cruentos en la historia de la violencia vivida recientemente en el
país. El conflicto armado interno se desarrolló allí hasta límites inenarrables
y dejó profundas y dolorosas secuelas.
En 1996, cuando Jiménez trabajaba para
el CEDAP Ayacucho, llegó por primera vez a Chungui como promotor de
comunicación y cultura de esta organización. Tomó contacto con la magnitud del
horror de la violencia en esta región y escuchó conmovido los testimonios de
sus pobladores. La decisión del CEDAP y de la Municipalidad Distrital de
Chungui de recoger y hacer conocer los acontecimientos, hizo que Edilberto
iniciara el registro de estos testimonios. Guiado por su sensibilidad e interés
por los derechos humanos, fue acopiando información y trazos iniciales en su
libreta de campo, bocetos con las imágenes que surgían de los relatos que escuchaba.
Estos bocetos, más tarde, fueron
completados y se convirtieron en los dibujos que han logrado perennizar la
palabra de las víctimas. También realizó un trabajo de búsqueda y ubicación de
fosas, así como un registro preliminar de víctimas de la violencia en la zona
que se constituyó en un valioso documento presentado por el CEDAP y la Municipalidad
Distrital a la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), en la sesión pública
que esta realizó en Chungui.Posteriormente,
Jiménez fue convocado por la CVR para integrar su
equipo de profesionales. Entonces se
ocupó de recoger testimonios y participó en el equipo de investigación de la
historia local de la violencia en Chungui.
Desde el año 2003 es parte del equipo
de investigación de COMISEDH. Ha participado en el trabajo de registro de
sitios de entierro en Ayacucho, en talleres de capacitación en derechos humanos
para poblaciones rurales, y ha preparado una muestra itinerante con sus dibujos
sobre Chungui que actualmente recorre las comunidades campesinas de Ayacucho,
como parte de las actividades de difusión del Informe Final de la Comisión de
la Verdad y Reconciliación que COMISEDH viene realizando.
Estos dibujos, realizados a manera de
figurillas de los retablos ayacuchanos, nos transportan a través de las
memorias de los pobladores de Chungui a los inicios del conflicto armado
interno, cuando las escuelas públicas fueron utilizadas por Sendero Luminoso
para adoctrinar a los jóvenes de esta zona. Nos permite apreciar la
transformación de la cotidianeidad de los pobladores con el control absoluto
impuesto por el senderismo, sus abusos, saqueos y asesinatos, el ingreso de las
fuerzas policiales y militares a la zona, las masivas violaciones a los
derechos humanos, los arrasamientos de comunidades y la constitución de las
rondas campesinas, en una escalada sin límites de la violencia en la cual la
población fue objeto del más cruel ensañamiento de unos y otros.
El Informe Final de la Comisión de la
Verdad y Reconciliación señala que la violencia en Chungui, así como la que
sufriera el pueblo asháninka, fueron las más cruentas y devastadoras, llegando
a extremos de inhumanidad que las palabras son insuficientes para describir.
Los dibujos de Edilberto Jiménez nos permiten acercarnos a esos extremos que
constituyeron la cotidianeidad de la tragedia que viviera Chungui.
El presente trabajo es una invalorable
contribución a la reconstrucción de la memoria del pueblo de Chungui y, a
través de ella, de la memoria de todos los peruanos, para que la historia no vuelva
a repetirse y para hacer posible un país diferente.
La publicación de este libro es posible
gracias al apoyo de DIAKONIA (Acción Ecuménica Sueca) y al trabajo del equipo
de COMISEDH encargado de su edición, dirigido por Carola Falconí.
PABLO ROJAS