Les invitamos a participar en este blog dedicado a mantener la memoria histórica del terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA, al que se sumaron los crímenes cometidos por miembros de las fuerzas del Estado. También tenemos la Biblioteca Virtual de la Verdad y Reconciliación, cuyo contenido sigue creciendo. Al momento hemos registrado mas de 600 de libros, muchos de ellos digitalizados, así como cientos de fotografías, videos y cerca de 2,000 documentos y artículos periodísticos. http://www.verdadyreconciliacionperu.com/home.aspx


miércoles, 13 de agosto de 2014

EL LIBRO DEL MES: CHUNGUI: VIOLENCIA Y TRAZOS DE MEMORIA de EDILBERTO JIMÉNEZ






Chungui: violencia y trazos de memoria es el resultado de largos años de investigación de Edilberto Jiménez Quispe. Natural de Alcamenca, provincia de Fajardo, en Ayacucho, Jiménez se formó como antropólogo social en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga. Proviene de una reconocida familia de artistas ayacuchanos, es hijo del maestro retablista Florentino Jiménez Toma, quien lamentablemente dejara de existir en abril pasado. Edilberto dedica este libro a su padre, como un homenaje póstumo al hombre que guio sus pasos en la vida y en el arte. Jiménez es también uno de los maestros de la retablería ayacuchana quien, dejando el tradicionalismo de lado, convirtió su arte en una forma poderosa de denuncia y protesta de las atrocidades cometidas durante la violencia en Ayacucho. Sus trabajos han merecido varios premios nacionales y ha participado en numerosas exposiciones de arte a nivel nacional e internacional. Sus dibujos sobre Chungui han sido reconocidos en exposiciones internacionales como las realizadas en Nuremberg (2004) y Tokio (2005).
Chungui es un distrito de la provincia de La Mar, Ayacucho, cuya parte sur es más conocida como “Oreja de Perro”. En 1981, Sendero Luminoso incursionó en esta región y dio inicio a uno de los episodios más cruentos en la historia de la violencia vivida recientemente en el país. El conflicto armado interno se desarrolló allí hasta límites inenarrables y dejó profundas y dolorosas secuelas.
En 1996, cuando Jiménez trabajaba para el CEDAP Ayacucho, llegó por primera vez a Chungui como promotor de comunicación y cultura de esta organización. Tomó contacto con la magnitud del horror de la violencia en esta región y escuchó conmovido los testimonios de sus pobladores. La decisión del CEDAP y de la Municipalidad Distrital de Chungui de recoger y hacer conocer los acontecimientos, hizo que Edilberto iniciara el registro de estos testimonios. Guiado por su sensibilidad e interés por los derechos humanos, fue acopiando información y trazos iniciales en su libreta de campo, bocetos con las imágenes que surgían de los relatos que escuchaba.
Estos bocetos, más tarde, fueron completados y se convirtieron en los dibujos que han logrado perennizar la palabra de las víctimas. También realizó un trabajo de búsqueda y ubicación de fosas, así como un registro preliminar de víctimas de la violencia en la zona que se constituyó en un valioso documento presentado por el CEDAP y la Municipalidad Distrital a la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), en la sesión pública que esta realizó en Chungui.Posteriormente, Jiménez fue convocado por la CVR para integrar su
equipo de profesionales. Entonces se ocupó de recoger testimonios y participó en el equipo de investigación de la historia local de la violencia en Chungui.
Desde el año 2003 es parte del equipo de investigación de COMISEDH. Ha participado en el trabajo de registro de sitios de entierro en Ayacucho, en talleres de capacitación en derechos humanos para poblaciones rurales, y ha preparado una muestra itinerante con sus dibujos sobre Chungui que actualmente recorre las comunidades campesinas de Ayacucho, como parte de las actividades de difusión del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación que COMISEDH viene realizando.
Estos dibujos, realizados a manera de figurillas de los retablos ayacuchanos, nos transportan a través de las memorias de los pobladores de Chungui a los inicios del conflicto armado interno, cuando las escuelas públicas fueron utilizadas por Sendero Luminoso para adoctrinar a los jóvenes de esta zona. Nos permite apreciar la transformación de la cotidianeidad de los pobladores con el control absoluto impuesto por el senderismo, sus abusos, saqueos y asesinatos, el ingreso de las fuerzas policiales y militares a la zona, las masivas violaciones a los derechos humanos, los arrasamientos de comunidades y la constitución de las rondas campesinas, en una escalada sin límites de la violencia en la cual la población fue objeto del más cruel ensañamiento de unos y otros.
El Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación señala que la violencia en Chungui, así como la que sufriera el pueblo asháninka, fueron las más cruentas y devastadoras, llegando a extremos de inhumanidad que las palabras son insuficientes para describir. Los dibujos de Edilberto Jiménez nos permiten acercarnos a esos extremos que constituyeron la cotidianeidad de la tragedia que viviera Chungui.
El presente trabajo es una invalorable contribución a la reconstrucción de la memoria del pueblo de Chungui y, a través de ella, de la memoria de todos los peruanos, para que la historia no vuelva a repetirse y para hacer posible un país diferente.
La publicación de este libro es posible gracias al apoyo de DIAKONIA (Acción Ecuménica Sueca) y al trabajo del equipo de COMISEDH encargado de su edición, dirigido por Carola Falconí.
PABLO ROJAS