Todavía es temprano para hacer un balance de la labor de Beatriz Merino, esperemos que cuando se haga tomen en cuenta que la han querido amordazar limitándole su presupuesto para contratar el personal necesario y mejorar como se debe los recursos tecnológicos que necesita este organismo. Es más bien gracias a la entrega y sacrificio de sus colaboradores los que han compensado las mezquindades interesadas del gobierno.
¿Quién reemplazará a la Dra. Beatriz Merino? Salvo que esté muy desorientado, cosa que no me extrañaría, no he leído en los periódicos noticias al respecto. ¿Qué raro, verdad? Es extraño que no se haya hecho un debate sobre la sucesión de este importante trabajo. Demasiado silencio. ¿Qué saben los periodistas de esto, porqué callan?
Conociendo el pasado de Alan García, este silencio debería causar alarma. Para el Museo de la Memoria (me niego a llamarlo lugar) García nombró a un pintor octogenario. ¿A quién pondrá como Defensor o Defensora del Pueblo, a un violinista, a un cantante?
En teoría el cargo de Defensor del Pueblo por un periodo de cinco años es nombrado por el Congreso. Ahí tenemos a apristas y fujimoristas, ¡Qué desgracia! Esa mayoría tendrá la última palabra sobre el nombramiento. Rafael Rey o Aldo Mariátegui creerán tener otra oportunidad.
Ojalá impere un rapto de cordura y consideren a personas que han destacado por su entereza moral, la lista es felizmente larga. Sofía Macher, Carlos Ivan Degregori, el mismo Dr. Salomón Lerner, Giulia Tamayo, Francisco Soberón y muchos más. Todos preparados, honestos, eficientes, y comprometidos con la defensa de los derechos del pueblo. Otra posibilidad es que renueven en el cargo a Beatriz Merino. Todo es posible en la dimensión desconocida
Mantengámonos alertas.
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