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lunes, 24 de junio de 2013

TESTIGO DE LAS TORTURAS EN LOS CABITOS. Y HASTA AHORA LA JUSTICIA CALLA

Antropólogo Jaime Urrutia, testifica sobre las torturas sufridas en el cuartel Los Cabitos en 1983


Por: 
Jo-Marie Burt y María Rodríguez*
Jaime Urrutia, reconocido antropólogo e historiador, testificó el miércoles 12 de junio en el juicio del caso Los Cabitos - 1983. Desde mayo de 2011, la Sala Penal Nacional, presidida por el magistrado Ricardo Broussett, viene juzgando la responsabilidad penal de siete altos mandos militares por crímenes de lesa humanidad —torturas, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, violaciones sexuales— que tuvieron lugar al interior del cuartel militar Los Cabitos durante 1983. Urrutia relató cómo fue detenido y torturado, confirmando un patrón ya observado en el proceso. Además, reconoció al Coronel (r) EP Pedro Edgar Paz Avendaño, uno de los militares imputados.
Era mayo de 1983. Las fuerzas armadas ya habían tomado control de Ayacucho unos meses antes, ante la creciente presencia de Sendero Luminoso en la zona y la evidente incapacidad de la policía para controlar la situación. Jaime Urrutia, antropólogo e historiador, radicaba en Huamanga desde mediados de los años 70. Era profesor en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH), dirigía el Instituto de Estudios Regionales José María Arguedas y escribía para el diario Marka.
Recuerda con claridad el día que fue detenido —el 6 de mayo de 1983— pues esa tarde un periodista de la BBC de Londres lo entrevistó en su casa, pocas horas antes del inicio del toque de queda impuesto por los militares. Era casi la medianoche, se encontraba descansando en el dormitorio con su esposa. Escucharon ruidos extraños, antes de poder reaccionar, varios hombres encapuchados irrumpieron en la habitación. Llevaban gorras y chompas negras estilo “Jorge Chávez”. Uno de ellos daba las órdenes, los demás obedecían. Rebuscaron entre sus cosas. Seguidamente lo agarraron, colocaron una frazada sobre su cabeza y lo subieron a una camioneta. Se daba cuenta que lo estaban llevando al cuartel Los Cabitos; los años vividos en Huamanga le permitieron reconocer el camino sin dificultad. Ya tenía conocimiento de Los Cabitos; era el único centro de reclusión en Huamanga.
Una vez al interior del cuartel, los militares lo llevaron a una habitación pequeña y oscura, con el piso de tierra y sin ventanas. Estaba vendado, por tanto no podía identificar lo que había a su alrededor cada vez que lo sacaban de la habitación. En dos noches distintas, fue interrogado y sometido a torturas. Urrutia describió el mismo ciclo de torturas relatado por otros testigos en este juicio: primero fue colgado, manos atrás, y golpeado; luego sumergido en una tina de agua hasta casi ahogarse.
Mientras lo torturaban, los militares le preguntaron insistentemente si conocía a alguien de Sendero Luminoso y quiénes eran sus mandos. En la segunda noche, un supuesto colaborador lo sindicó como senderista: “Él es, él es, él es el profesor, él es el jefe, el responsable”. Sin embargo, Urrutia expresó su disconformidad. Por el acento costeño, la acusación vaga, ahora cree que provino de un militar, un falso acusador, en un intento para que confesara.
El reconocimiento
En dos oportunidades Urrutia fue llevado a otra habitación donde le esperaba un hombre vestido de civil. De tez morena, rasgos andinos y de nariz prominente, se identificó como el comandante Paz. Urrutia aducía que su papel era hacer de “policía bueno”. Primero se disculpó con Urrutia por lo que estaba pasando. Le insinuó que el motivo de su detención era porque había sospechas de que el Instituto Arguedas estaba destinando fondos a Sendero Luminoso. Al día siguiente, tuvo una segunda conversación con el comandante Paz, de nuevo en términos cordiales y, sobre el mismo tema: los fondos y su vinculación con Sendero.
En este momento de su testimonio, la doctora Gloria Cano, directora de APRODEH y abogada representante de la parte civil, preguntó a Urrutia si se sentía en capacidad de reconocer al comandante Paz. Respondió que sí. El colegiado, tras realizar algunas preguntas para asegurar que no había problemas de memoria, autorizó el reconocimiento y solicitó a los acusados ponerse de pie.
Desde el inicio de la audiencia, los seis acusados estaban visiblemente nerviosos a diferencia de otras ocasiones en las que se les ha observado tranquilos e incluso desatentos a los testimonios de los testigos. Los seis se pusieron de pie. Casi de inmediato Urrutia señaló a Pedro Edgar Paz Avendaño, ex jefe del Destacamento de Inteligencia en Ayacucho y ex jefe de la Casa Rosada.
El colegiado preguntó a Paz Avendaño si recordaba al testigo. Dijo que no. No sería la primera vez que los acusados en el caso Los Cabitos sufren de amnesia (1).
El improbable amigo en común que le salva la vida
La esposa de Jaime Urrutia tuvo que esperar que se levantara el toque de queda para salir en la mañana a buscarlo. Al igual que muchos de los familiares que buscaban a sus seres queridos capturados, ella fue a Los Cabitos a preguntar por su esposo. Un soldado que estaba en la puerta le dijo que, efectivamente, en la noche había llegado un detenido con las características físicas de su marido.
Seguidamente Urrutia contó la historia que él cree ayudó a salvarle la vida. Su esposa buscó al periodista de la BBC, quien de inmediato emitió una nota denunciando su secuestro. La noticia de su detención rebotó en los medios locales. El diario Marka, donde colaboraba con artículos sobre la realidad local y nacional, y un grupo de académicos, denunció su detención y exigió su libertad.
Al día siguiente, sin embargo, cuando su esposa volvió a Los Cabitos, los soldados negaron que Urrutia estuviese ahí. Tal como negaron a cientos de personas que acudían al cuartel en búsqueda de información sobre el paradero de sus esposos, esposas, hijos e hijas, hermanos y hermanas.
Pero en el caso de Jaime Urrutia sucedió un hecho poco común al resto. Frente a la presión mediática, el jefe del Comando-Político Militar de Ayacucho, el General Clemente Noel, declaró a la prensa que Urrutia había sido detenido por supuestas vinculaciones con Sendero Luminoso. El hecho de que su detención fue reconocida facilitó su liberación, después de dos semanas de encierro tanto en Los Cabitos como en otras instalaciones de la Policía de Investigaciones del Perú (PIP).
Según Urrutia, hubo otro elemento curioso en su caso, que él cree puede ser la verdadera explicación de su liberación. Según el relato de Ricardo Uceda en Muerte en el Pentagonito, intercedió a favor suyo Jesús Sosa Saavedra, el temido militar conocido como “Kerosene” que en 1985 ayudó a desaparecer los restos de al menos 300 personas ejecutadas y enterradas en los campos alrededor de Los Cabitos, y que luego fue uno de los integrantes del Grupo Colina. Aparentemente Urrutia y Sosa Saavedra tenían un amigo en común, entonces Sosa Saavedra sabía que no tenía vínculo con Sendero Luminoso.
La pobreza de la lucha contrasubversiva
El testimonio de Jaime Urrutia ha sido clave en el juicio de Los Cabitos. El reconocimiento de uno de los acusados es por sí contundente. Pero es importante también porque su testimonio coincide en muchos aspectos con las decenas de testimonios de familiares y víctimas que ya han testificado en el juicio.
Ha sido ampliamente documentada la situación de pobreza de los métodos de la lucha contrasubversiva, particularmente en los inicios del conflicto. Ante la ausencia de buenos métodos de inteligencia sobre Sendero Luminoso, las fuerzas armadas actuaron en base a suposiciones y conjeturas. Consideraron a categorías enteras de personas como sospechosos: profesores, estudiantes, personas con alguna vinculación a gremios y partidos de izquierda aun cuando estos estuviesen legalmente constituidos, asimismo, agricultores, especialmente hombres quechua-hablantes, eran considerados como la “masa” o militantes de la organización. Eso dio lugar a detenciones masivas y el uso sistemático de la tortura como método de identificar a líderes y militantes. Un testigo en el juicio declaró que se dio cuenta que los militares observaban las reacciones de los detenidos en las torturas; las que resistían y no hablaban, aducían que eran senderistas, mientras los que se quebraban fácilmente eran consideraron inocentes y en algunos casos por lo menos los dejaban libres. En este juicio, más de 15 personas que pasaron por las cámaras de tortura de Los Cabitos y luego fueron liberados, como el mismo Jaime Urrutia, han testificado ante el tribunal.
En el caso particular de Urrutia, él explicó al tribunal que en vez de detenerlo y torturarlo, los militares podrían haber analizado las cuentas del Instituto José María Arguedas para verificar que no había la relación con la subversión que se alegaba. A su vez, dijo, los militares operaban bajo la idea que la UNSCH estaba “plagada de senderistas” cuando la realidad era otra. Si bien en la década del 70, varios docentes y estudiantes pertenecían a Sendero Luminoso —Abimael Guzmán era director de la oficina de personal en ese entonces— hacia 1979 sus militantes se fueron al campo para dar inicio a la lucha armada, y dejaron la universidad. Además, en esa época Sendero perdió las elecciones de los sindicatos de docentes y trabajadores de la universidad, así como del Consejo de Estudiantes de la UNSCH. Entonces, cuando los militares ingresaron a Ayacucho hacia finales de 1982, en la Universidad, “había gente [de Sendero] pero sin responsabilidad importante. Había mucho menos senderistas de lo que se decía y se imaginaba”, afirmó.
Finalmente, Urrutia relató la absoluta negación de los derechos que él, como muchos otros, sufrió durante su detención. Nunca le proporcionaron un médico legista. Jamás hubo una acusación formal contra él y nunca le abrieron un proceso legal. Mientras estuvo en la PIP, supo que dos hombres (militares o policías) fueron al Instituto Arguedas a revisar las cuentas. No encontraron movimientos sospechosos. Poco después, fue puesto en libertad.
Urrutia dijo que cuando fue liberado, no puso ninguna denuncia. Sí dio algunas declaraciones a la prensa sobre su reclusión, pero nunca mencionó el nombre de Paz Avendaño. Cuando el abogado del militar le preguntó por qué, Urrutia le miró fijamente y respondió: “Cuando uno sale de una situación así, la valentía no es precisamente una característica de los liberados”. Para decirlo de otra manera: El terror quita la palabra. Del miedo nace el silencio.
Así se vivió los años del conflicto en Ayacucho en 1983, y se va relatando hoy en día, en un juicio abierto y público, donde pocos prestan atención a los recuerdos de los que padecieron encarcelamiento injusto, torturas brutales, mientras otras almas sufrieron el destino final, la muerte.
Notas:
(1)    http://rightsperu.net/index.php?option=com_content&view=article&id=73:where-is-the-static-content&catid=37:analisis&Itemid=62
*Jo-Marie Burt es profesora de ciencia política de George Mason University, donde sirve de Directora del Programa de Estudios Latinoamericanos y Co-directora del Centro de Estudios Globales. Es directora del proyecto de investigación Human Rights Trials in Peru (www.rightsperu.net), y autora del libro Violencia y autoritarismo en el Perú: Bajo la sombra de Sendero y la dictadura de Fujimori (Instituto de Estudios Peruanos, 2011, 2nda ed.).
María Rodríguez es historiadora egresada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha realizado estudios de diplomado en Chile, España y Perú en derechos humanos, pedagogía de la memoria, y archivos, y es integrante del Taller de Estudios sobre Memoria Yuyachkanchik. Es asistente de investigación en el proyecto Human Rights Trials in Perú.
 

miércoles, 12 de junio de 2013

EXHIBICIÓN DE PRENDAS Y ENTREGA DE RESTOS ÓSEOS DE VÍCTMAS DE SENDERO EN EL POBLADO DE CHANQUIL, AYACUCHO



NOTA DE PRENSA CMAN - AYACUCHO
Diligencias: Exhibición de prendas y entrega de restos óseos de víctimas del caso Chanquil. Hechos fueron perpetrados por Sendero Luminoso en enero de 1988.

El día jueves 13 de junio, la Segunda Fiscalía Penal Supraprovincial de Ayacucho, representado por la Dra. Jhousy M. Aburto  Garavito, realizará la diligencia de reconocimiento de prendas y elementos asociados de los siguientes comuneros: Norberto Quispe Musco, Juana Quispe Velásquez, Raúl Lapa Romero y Julio Saume Quispe.
Asimismo, el día viernes 14 de junio, se entregará los restos de los comuneros del caserío Chanquil, ubicado en la comunidad de Chaca,  distrito de San Miguel, provincia La Mar, Región Ayacucho. Los restos pertenecen a las siguientes personas: Ramonsa Aguilar Pérez, Cesareo Torres Quispe, Hilario Torres Solis, Felipa Solis Ávalos, Claudio Torres Solis, Julián Curo Quispe, Teodosio Ninasaume Huallpa, Víctor Cárdenas Lapa, Celso Cárdenas Velásquez, Serapio Condoli Cárdenas, Félix Flores Mindes, Alejandro Chávez Lapa, Antonio Flores Huamán, Hermineo Vega Urbano, Roberto Urbano Condoli, Julián Velásquez Quispe, Marcial Escalante Velásquez y Jesús Manuel Quispe Gamboa.
Ambas diligencias tendrán lugar en la sede del Laboratorio de Investigaciones Forenses para los Distritos Judiciales de Ayacucho y Huancavelica del Instituto de Medicina Legal,   a partir de las 8:30 a.m. Igualmente, la misa de honras en memoria a las víctimas tendrá lugar en la Basílica Catedral, a horas 2:00 pm. Luego de ello, se procederá  a trasladar los restos a su comunidad de origen, con el apoyo de Cruz Roja y la Municipalidad de provincial de San Miguel, para el acto de entierro.

CON EL RUEGO DE SU DIFUSIÓN
Ayacucho, 12 de junio de 2013.
Comisión Multisectorial de Alto Nivel – CMAN Ayacucho
Jr. Callao Nº 222
Teléfono( 066) 312713

domingo, 9 de junio de 2013

FUJIMORI, UN REO QUE NO SE ARREPIENTE.

LA NEGATIVA DE INDULTO A FUJIMORI ES LO ÚNICO DECENTE QUE HA HECHO HUMALA. No se podía ceder ante la presión de El Comercio por liberar a un asesino que vive en una jaula dorada y no como merece un criminal. La próxima acción debe ser que cumpla la condena en una cárcel común, de otra manera veríamos que no hay justicia para todos. 
Quedan todavía muchos crímenes por castigar, por ejemplo la esterilización forzada de 300,000 mujeres en su mayor parte indígenas quechua hablantes. Este genocidio fue orquestado por el Dr. Aguinaga cuando era ministro de Salud. Este médico es el cuida la salud de Fujimori y el que manipuló toda la información que fue desmentida  por Caretas al sacar fotos en las que se ve a Fujimori con su eterna sonrisita cachacienta, y no las fotos que enviaron los fujimoristas a la prensa en la que actuaba como si estuviese a punto de morir. 
No hay que olvidar que Fujimori goza de una prisión dorada que mide 750 metros cuadrados, que puede recibir a quien le de la gana las veces que le de la gana. Que tiene biblioteca,  cocina equipada totalmente, TV inmensas, teléfono. Es decir: vive como un shogún. Este sujeto nunca se arrepintió de nada, cree que somos desmemoriados o idiotas, o las dos cosas. Lástima que El Comercio lo apoye, y el cardenal Cipriani también. Dime con quien andas y te diré quien eres.

martes, 4 de junio de 2013

VIDEO DE PRESENTACIÓN DE CANDIDATURA DE LA MADRE COVADONGA LA PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA

Este es el video de presentación de la candidatura de la Madre Covadonga al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

EL LIBRO DEL MES DE JUNIO: RECONOCIENDO OTROS SABERES, DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LA MUJER.



RECONOCIENDO OTROS SABERES
Salud mental comunitaria, justicia y reparación

 Autores: Varios
Editorial: DEMUS - Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer , 2008, 78 páginas.
Resumen:
Con este libro DEMUS pretende realizar un aporte a los procesos de justicia y reparación de los casos de violaciones de derechos humanos cometidos entre 1980 y 2000 en el Perú. A partir del reconocimiento de ciudadanos/as de una comunidad alto andina, buscamos dar a conocer sus experiencias, voces, saberes y sentimientos sobre salud mental, justicia y reparación; para con ello incidir en el sistema de administración de justicia y las políticas públicas que deben implementarse.

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Para ver más libros entrar en Biblioteca del Genocidio en Ayacucho www.genocidioayacucho.com

lunes, 3 de junio de 2013

LA FOTO DEL MES, MRTA TOMA JUANJUI. RECORDAR PARA QUE NO SE REPITA



YUYANAPAC.
Banco de imágenes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación

Titulo  :           MRTA TOMA JUANJUI, Juanjui, San Martín, 1997
Autor  :           Vera Lentz
Una columna de setenta emerretistas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, MRTA, toma el pueblo de Juanjui, en San Martín. Durante el asalto, cubierto por la prensa y la televisión nacionales, los emerretistas realizan pintas en las paredes, saquean el puesto policial y someten a los efectivos del orden. Aquella vez salió a la luz pública Víctor Polay Campos, camarada “Rolando”, jefe de la Columna Nor Oriental del MRTA.

domingo, 2 de junio de 2013

SUCEDIÓ EN JUNIO HACE 30 AÑOS, BELAÚNDE Y EL GRAL CLEMENTE NOEL. HACE 20 AÑOS LA CANTUTA.


RECORDAR PARA QUE NO SE REPITA
(Fuente: informe de la CVR)
 
SUCEDIÓ ESTE MES HACE 30 AÑOS
JUNIO 1983 
  •  El presidente Fernando Belaunde Terry visitó Ayacucho. Previamente, el general EP Clemente Noel Moral había declarado, en El Observador, que «Ayacucho vive una situación de guerra y los detenidos son considerados prisioneros de guerra» . En Ayacucho, Belaunde Terry «rindió homenaje a Noel» .


SUCEDIÓ ESTE MES HACE 20 AÑOS
JUNIO 1993
  • Se cerró el caso de los desaparecidos de La Cantuta. La mayoría de oficialista rechazaron el dictamen de la comisión investigadora, que presumió responsabilidad penal para los oficiales encargados de la base militar y para el propio general EP Nicolás Hermoza Ríos. Se aprobó un Dictamen que se abstiene de señalar responsabilidades.
  • Un comando de aniquilamiento del PCP-SL intentó asesinar sin éxito a Michel Azcueta Gorotiza, quien quedó herido.