UNA GOLONDRINA NO HACE EL VERANO. Pero la extradición de Telmo Hurtado, “el carnicero de Accomarca” que impunemente se paseaba por el mundo, nos da cierta esperanza a que la justicia alcance a todos los que asesinaron a personas inocentes cuyo único crimen fue ser indígenas y quechua hablantes.
Esta no es una campaña contra las Fuerzas Armadas, sino contra los elementos que la desprestigiaron. No se puede escudar los crímenes que cometieron diciendo que se ataca al ejército. Eso es una burda excusa, sería igual que excusar a los sacerdotes pederastas diciendo que se ataca a la Iglesia. Todo lo contrario, se defiende la honorabilidad de la Iglesia como de cualquier otra institución, separando a sus malos elementos y metiéndolos en la cárcel.
Sigamos alertas e insistamos en llevar a los culpables al sitio donde deben estar: la prisión. Los familiares de las víctimas, niños, mujeres, ancianos, reclaman justicia. ¿No haría usted lo mismo si uno de sus allegados hubiera sido asesinado?
Hospital Regional de Ayacucho 1985. Mujeres viendo trabajar a los médicos legalistas identificando los cadáveres encontrados en Accomarca. LA FOTO DEL MES MAYO 2011
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